Y despertó de ese sueño, en la calle llovía y entre lagrimas se preguntaba porque le pasaba aquello, porque que tenia que soñar con aquella torneada figura todas las noches. Se levanto de la cama, se vistió y casi sin abrir los ojos salio a la calle y comenzó a sentir como un finito rio de agua caía por su frente, sintió como el agua le iba dando cada vez un poco más de vida, la ropa se pego a su cuerpo y noto como su cuerpo comenzaba a bailar, cerro los ojos y se dejó llevar por ese vals soñoliento, abrió los ojos y la vio allí mirándola y con una sonrisa de complicidad extendió su mano y la invito a bailar, le tomo la mano y bailó, olió su pelo, escucho su risa y también un "te quiero" de sus labios. Desapareció, todo desapareció. Miro al cielo y pensó "¿y si allí también llueve?" Corrió hacia el sur y allí tirada en la calzada se acurruco y durmió, durmió abrazada a ELLA.
Observa el vaivén del viento, de las hojas en los arboles. Vamos pequeña baila con él vamos siéntelo y sueña con tu mundo ideal, vívelo, ámalos a todos, llora cuanto quieras y ríe aun más. Siéntelo muévete tu eres una más con él.
Descálzate y corre, corre hasta el acantilado mas alto y siéntate, deja que tus pies también se muevan con el viento deja que los esclavos del suelo se liberen con su vaivén. Ponte en pie abre las piernas, extiende los brazos y cierra los ojos entrégate al viento. Siéntelo, vívelo. Sueña.
Un sol poniéndose, una mirada, una sonrisa, un beso, una sonrisa de complicidad, un ultimo aliento, un salto al vacío.
Un te quiero al odio, un hasta siempre, una despedida, un reencuentro y un millón de lagrimas de alegía y tristeza.
Una forma de revivir, una forma de crear nueva vida, una forma de liberación de sonrisas sin explicación, una manera de ser feliz, una forma de gritar que amo el mundo y confío en el, una forma de demostrar al mundo que soy feliz con mi forma de vivir con mi momento para existir para cantar bailar y demostrar quien soy.
Un momento para saltar de alegría, rabia o ilusión un momento lleno de amor lleno de tu y yo lleno de todos nosotros.
El humo de las chimeneas subía hacia el cielo estrellado y ella ahí tirada en el césped lo miraba embobada. Se incorporo y saco de su bolsillo una vieja pitillera que había fabricado ella con unos cromos antiguos. Tras sacar un cigarro y prenderlo comenzó a inhalar y exhalar y, mirando la nube de humo enorme que emanaba de su boca comenzó a pensar hacia donde se dirigiría ese humo después de que ella le perdiera la pista, que seria de todo aquello que algún día emanó su cuerpo.