Disipó las dudas.



Se consumió como la ceniza lo que se encendió con una chispa
Se disipó como el humo, sonámbulo y sin rumbo.
Las piedras calleron sobre su tejado, eso, es seguro.
Tubo miedo pero lucho con fuerza.
Ardieron en llamas como antes acariciaban.
Cambiaron sus ojos en la niebla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario