Hace tanto ya.


Hace ya semanas que me encontré sentada en una gran roca junto al río 
con una carta en una mano y cerillas en la otra.

Hace ya semanas que con nuestras canciones sonando, inagotables, 
quemé tus ultimas palabras.

Hace ya semanas que con rabia deseé ver tu boca llena de sangre 
y a la vez verla junto a la mía para siempre.


Hace unos minutos volví a llorar por ti y, ¿sabes?
aun sigo pensando que estas lágrimas merecen la pena

Hace unos minutos volví a soñarte y, ¿sabes?
aun lloro cuando descubro que no estas aquí.

Hace unos minutos borre tu recuerdo de mi pared y, ¿sabes?
aun con la luz apagada el borrón de tu nombre me tortura.


Hace unas semanas sentí que todo volvía a empezar
Hace unos minutos todo se volvió a emborronar.

Así es y así fue

Hola, creo que nunca he escrito así en mi blog y me refiero con ese "así" a escribir de una forma fría, no calculada, pero las circunstancias del ultimo mes me hacen sentir la necesidad de dejar constancia aquí de este escrito que tanto sudor y lágrimas me costó escribir.


Llevo algo así como seis escritos arrancados por sentir que lo que expresaba en ellos no era lo correcto, no era lo que deseaba, pero es que me es tan difícil hacer esto que no se ni como hacerlo.

En el fondo no quiero un texto triste, quiero simplemente decir cuanto ha significado este campamento para mi. Mucha gente ha sentido aquí junto a mi, la magia de este lugar y ha sentido que crecía y maduraba, pero en mi caso este crecimiento fue tan enorme. 

Llegué a este campamento como una niña tímida una niña de tan solo ocho años que tenía miedo a no pasarlo bien pero, bueno, muy bien lo tuve que pasar como para que nueve años después este aquí despidiéndome de vosotros.

Pase parte de mi infancia aquí y fui muy feliz, pasé mi preadolescencia aquí y me enseñaron mejor que en cualquier otro sitio cuales son los mejores principios a seguir y ahora, cuando soy una adolescente me han enseñado ha admirar la naturaleza, admirar el compañerismo, me han enseñado a vivir mi vida de la mejor manera que podría imaginar.

Hoy nos toca a muchos de nosotros despedirnos de nuestro perfume de una rosa, de nuestro hogar y, si no es así, al menos nos toca cerrar una etapa de nuestras vidas aquí, una vez más en este año me toca hacerme a la idea de que Peter Pan tiene que crecer, que me toca entrar en ese mundo de gigantes que tanto respeto me ofrece.

No quiero irme de aquí sin contaros algo, los 130 días que pasé aquí fueron los mejores de mi vida los días en los que el yo que los prejuicios escondían salía a relucir. Sin dar las gracias a todos los compañeros que tuve estos 9 años, a todos los profesores y a todos esos miembros de Juventud Idente que en Murcia y fuera de allí me ayudaron a crecer.

Como no, muchas gracias a Jon por ser como un profe para mi y por dejarme ser tan yo, gracias Hector por ser la voz de mi conciencia, Adriana y Noelia gracias por vuestra preocupación y cariño, Sara gracias por nuestra amistad intermitente, me encanta saber que estás sin estar, Vicente mil gracias por enseñarme que cambiar, crecer, no es imposible, gracias Felipe por ser mi apoyo cuando el miedo a ser profesora me ahogaba y por tu enorme capacidad para entenderme, gracias Hermana porque sin ti nada de esto ocurriría, sin ti nunca me habría atrevido a pensar por mi misma.

Gracias Quintanabaldo por los 9 años más bonitos de mi vida. Gracias a vosotros por darme un ultimo año tan perfecto como siempre.

Un abrazo enorme y hasta la próxima